Ni que decir tiene que el amigo Jv ni siquiera dudó un instante ante la oferta, madrugar es algo que no es precisamente de su agrado...
Ruta que nos llevará a realizar un fantástico paseo por el Penedés, nuevamente el Penedés, una comarca en la que rodar es una delicia, para nosotros es la zona favorita de salidas. A indicación del amigo Mariano, reseñar que la ruta se realiza íntegra y sin recortes.
Salimos desde las Piscinas de Hospitalet, cierto que yo esperaba encontrar algún compañero más, por eso de no madrugar...pero somos los tres que estamos.
Nos encaminamos hacía el Ordal, primera puerta del penedés si buscamos el recorrido más corto. Algo mas de tráfico que a primera hora de la mañana, aunque también se presenta la duda si este aumento de domingueros es por la luminosidad del día y el ansia de la gente en salir tras la lluviosa semana pasada...
Viento de cara al remontar el río, algo que por lo sabido no es menos incómodo...y a la vuelta Eolo girará los vientos y nuevamente de cara...es nuestro sino...
Ordal muy pacífico, entre charlas y bromas...la bondad de la mañana nos permite disfrutar de las pedaladas.
Coronado el Ordal nos lanzamos en organizados relevos hasta llegar a Villafranca, una vez tomada la carretera de Guardiola el ritmo se apacigua para disfrutar de tan fantástica carretera, acompañados de viñas y oliveras...
Café breve, pero lo suficiente para permitir recuperase un poco del esfuerzo y prepararnos para el venidero.
La vuelta la realizamos por el Plá hasta San Sadurni, desde donde encaramos vía hacia Gelida, este tramo va a subir la exigencia deportiva hasta los épicos niveles habituales en la Grupeta en los días "intensos".
Alcanzamos varios grupos de ciclistas que intentan unirse a nuestro frenético ritmo, Mariano provoca la criba y separa el grano de la paja...nos quedamos casi solos...
En Gelida repostamos agua, inequívoca señal de que avanzamos hacia el estío.
Desde Gelida, para trufar la jornada, subiremos la Creu del Aregall continuando con la anterior exigencia deportiva...se nos hace corta la subida...
Ya solo queda terreno en descenso hasta San Vicente, aquí el viento nos avisa que relajarnos, lo que se dice relajarnos, no lo vamos a poder hacer...y para evitar encima ilusiones: la Samson de postre...
Pero bueno ya estamos en casa a una hora mas que razonable y tras una ruta de lo más agradable.
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