Hoy toca la cuesta arriba, así que rumbo a la Creu.
Subida lenta, con mucha parsimonia, charla, bueno la peculiar charla con JV...aunque siempre en compañía se rueda mejor.
Una vez coronada la Creu decidimos continuar el sentido vertical, nos dirigiremos al Tibidabo.
Nuevamente subida parsimoniosa y en algún momento casi rodeados por la niebla.
Una vez arriba, como en la vida, toca la bajada...
El Tibidabo nos contempla...
...también contempla a Barcelona......y a Mariano.
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