Antecedentes:
Historia real narrada en primera persona por un amigo que viajó a Taiwan acompañando a mi antiguo jefe en viaje de negocios...visitan la feria de la bicicleta de Taiwan y también las diferentes fabricas en la que se elaboraban nuestros productos. Sobre lo que voy a narrar hay pruebas gráficas (que yo he visto pero que no tengo) y voy a describir (o intentarlo mejor dicho) lo que me mostraron.
La anécdota:
En una de las visitas programadas toca acudir a la "fábrica" donde se montan nuestras ruedas. Madrugón impresionante y con el agente de la empresa en Taiwan actuando a modo de guía, se dirigen los tres amigos al encuentro de una de las mayores sorpresas del viaje.
Tras salir de la ciudad empiezan a circular por carreteras secundarias rodeadas de arrozales, una estampa oriental típica y tópica. Al tiempo, la carretera desaparece y se torna una pista de tierra por la que afortunadamente circulan solo un breve trecho. La sensación de estar en parajes vistos en las películas americanas sobre el Vietnam se incrementan cuando llegan a un chamizo en medio de la jungla donde uno piensa mas en encontrar a un prisionero americano que una fabrica de montaje de ruedas...pero el chamizo es eso, una fabrica de ruedas.
Exteriormente lo que se apreciaba en las fotos era un cubierto de uralita (nada de nave industrial, ni mucho menos!!!), paredes también heterogéneas, trozos de valla de metal ,trozos de madera...
Pero la sorpresa se incrementa en el interior...tres taiwaneses sentados en el suelo junto a unos centradores buenos pero muy lejos de los topes de gama, nada de medidores de tensión, nada de sillas o mesas. De los tres, dos son ancianos y el tercero parece el joven aprendiz, algo que luego confirma el encargado que estaba allí en un "semi-despacho" formado por las estanterías y cajas del almacén, y que a primera vista nadie sabe de su existencia. Estanterías con montañas de llantas ordenadas por marcas y dimensiones, cajas repletas de bujes igualmente agrupados por marcas y una espectacular pared repleta de radios de todos los tamaños en tres marcas diferentes (sapim, dt y marca blanca).
En otra zona se apilan las cajas con las ruedas ya montadas separadas por marcas y cada marca por modelos. Hasta cinco marcas distintas estaban allí, pero no eran todas las que allí montan, que son muchas mas, son las marcas que correspondían a la producción de aquellas semanas.
Nuestro agente dialoga con el "encargado" y este atiende las preguntas de mis amigos...algunos detalles: jornada de trabajo de 11 horas por un salario ridículo para nosotros, un día libre (o no a la semana) y una velocidad de montaje nunca vista antes, llegando a montar ruedas en menos de veinte minutos...pero lo increíble viene ahora: la perfección de sus montajes a ojo...pocas personas son capaces de hacer lo que hacían estos tipos, muy pocas en el mundo...por eso este chamizo era requerido por la mayoría de fabricantes de ruedas mundiales para sus montajes "pata negra"...pero ninguno lo admitirá...vi las fotos de las cajas de las diferentes marcas que en aquel momento montaban. Mi amigo inquirió un poco en el tema con el fin de conocer el volumen de producción aunque el encargado se mostró muy discreto en esto.
Realmente las marcas cuando hablan de montaje artesanal no engañan, son unos artesanos fantásticos...la cuestión es el beneficio que obtienen con estas ruedas. El precio que nos hacen pagar y el real.
Repito mi opinión ya expresada otras veces, el problema no es que se fabrique en el lejano oriente, de echo la industria está allí, el "engaño" es el precio que se pagan por las bicis y que cuando aparece una marca vendiendo a precios razonables (aunque siempre altos a mi entender) las "grandes" se dedican a difamar y lanzar bulos sobre calidad, seguridad...cuando en muchos casos son cuadros o ruedas idénticas a algún modelo suyo, realizadas por los mismos operarios, en las mismas fábricas y con los mismos materiales.
Soy de la opinión que si se vendieran los productos de acuerdo a su precio de fabricación, con unos márgenes razonables para todos (marcas, intermediarios, comerciantes...) el mercado se movería más y todos tendrían más beneficio. Muchos aficionados no tardaríamos tanto en renovar materiales y pienso que eso incrementaría las ventas.
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