Estamos viviendo un disparate. Con el pretexto del ecojetismo están plagando la ciudad de los mal llamados "carriles bici", digo mal llamados por que su función no es a favor de la bicicleta es contra el automóvil. No me gusta ser la excusa para esta ignominia.
Desconozco quien es la mente maligna y enferma que diseña esta tropelía, desde luego ciclista no es.
No hay ni un metro de "carril anti-coche" en toda la ciudad que sea decente. Son peligrosos.
Sólo sirven para que los automovilistas nos señalen (aún más) y "alguien" haga negocio ya que con una inversión de dos cubos de pintura y unos tacos de plástico reciben jugosas subvenciones y además sirve para que nuestros políticos se hagan la foto y se pongan en la solapa el pin 2030.
Espero que la providencia, o la justicia kármica se encargue de quienes son autores de este atentado.
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