Domingo en la grata compañía de los amigos Mariano y Nacho.
Tiempo hacía que no compartía pedales con el esquivo Mariano, pero la leyenda siempre está ahí. Con Nacho ruedo de nuevo tras su estreno sonado, equipado con una vestimenta de un color que por mucho que sea moda no deja de ser desagradable de ver...y es que el rosa estará muy bien para desfiles, carrozas y festivales, pero a mí, más allá de la mítica maglia del Giro, me produce ¿cómo decirlo?...dentera. Y eso de que para gustos colores está muy bien, pero equiparse con los colores de un pastelito no toca.
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