Pero este año en que todo está manga por hombro la cosa ha cambiado. Anoche la verbena se limitó a la tradicional celebración familiar y dos copas nocturnas para comprobar eso del funcionamiento de los bares de copas con el coronavirus...mejor no comentaré nada al respecto, más que me compadezco de los propietarios de estos negocios ya que su situación no va a ser muy buena en un futuro cercano.
Por tanto llegué pronto a casa, así que sin madrugar decido salir a ver como está la carretera... y vaya sorpresa!!! estaba desierta, de un tranquilo alucinante. Eso sí al regreso la zona playera estaba abarrotada, dudo mucho de las distancias y precauciones que se hayan podido realizar.
Ruta por Begas a Aviñonet y regreso por el mismo camino.
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